4 aspectos que te ayudaran a entender la permacultura

Permacultura

La permacultura, un término derivado de las palabras «permanente» y «cultura», es un concepto que trasciende la práctica agrícola hacia pilares como la sostenibilidad y armonía con la naturaleza, convirtiéndose en una solución para abordar los desafíos ambientales y sociales de nuestro tiempo

Dicho esto, te presentamos 4 aspectos que te ayudaran a entender su función e importancia en la actualidad.

1. Origen y fundadores de la permacultura

La permacultura tiene sus raíces en la década de 1970, en Australia, donde dos visionarios, Bill Mollison y David Holmgren, dieron forma a esta filosofía de diseño.

Su obra, «Permaculture One», sentó las bases para lo que hoy conocemos como permacultura. En esencia, esta se define como el «diseño consciente de paisajes que imitan los patrones y las relaciones de la naturaleza, mientras suministran alimento, fibras y energía abundantes para satisfacer las necesidades locales». Esta definición subraya la importancia de imitar y trabajar en armonía con la naturaleza para lograr sistemas sostenibles.

2. Principios éticos y de diseño

La permacultura se sustenta en tres principios éticos fundamentales:

  • Cuidar de la tierra. Este principio reconoce que todas las especies, no solo los seres humanos, tienen un valor y merecen respeto. Se trata de preservar y restaurar ecosistemas en lugar de explotarlos.
  • Las personas. Implica respetar los derechos humanos, promover la ayuda mutua y considerar no solo las necesidades materiales, sino también los valores no materiales que enriquecen la vida de las personas.
  • Repartición justa. Este principio aboga por limitar el consumo y devolver los excedentes y residuos a los ecosistemas para regenerar la tierra. Se trata de equilibrar la toma y la devolución.

Estos principios guían la planificación y la implementación de sistemas permaculturales en armonía con la naturaleza.

3. Prácticas sostenibles

Esta práctica también se caracteriza por su compromiso con prácticas sostenibles que minimizan el impacto ambiental y promueven la resiliencia de los sistemas.

Una de estas prácticas es la recolección de agua de lluvia, que se realiza canalizando el agua que cae sobre tejados de viviendas o edificios. También se utiliza el vermicompostaje, un proceso mediante el cual las lombrices transforman los restos vegetales en un rico abono para plantas y semilleros.

Ahora, la permacultura también aboga por la eliminación de pesticidas químicos, en su lugar, promueve la incorporación de plantas que atraen insectos depredadores para controlar las plagas de manera natural. 

4. Permacultura rural y urbana

La permacultura se aplica tanto en entornos rurales como urbanos. En entornos rurales, se fomenta la autosuficiencia y la producción local a través de huertos familiares ecológicos, árboles frutales y la incorporación de animales como gallinas o cabras. El excedente de producción se destina a mercados locales, minimizando así la huella ambiental.

Para entornos urbanos, la permacultura urbana ofrece técnicas para producir alimentos en espacios reducidos, como balcones, solares en desuso y terrazas. Estas prácticas pueden llevarse a cabo de manera individual o colaborativa en grupos con intereses similares. La recolección de agua de lluvia, la transformación de jardines en espacios poco pensados y la recuperación de áreas asfaltadas como suelo cultivable son algunas de las estrategias que se emplean en la permacultura urbana.

Podemos deducir que La permacultura ofrece soluciones sostenibles y armoniosas para enfrentar los desafíos ambientales y sociales de nuestro tiempo.

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